Existen cuatro fuentes principales de tráfico que pueden atraer clientes a tu negocio. El tráfico orgánico proviene de búsquedas naturales en internet, reflejando el interés genuino por tus servicios. El tráfico pagado es generado por campañas publicitarias que atraen atención de forma rápida y estratégica.

Por otro lado, el tráfico offline incluye clientes que llegan gracias a interacciones fuera del mundo digital, como material impreso. Finalmente, el tráfico directo lo generan quienes ya conocen tu negocio y acceden directamente a tus plataformas. Entender y gestionar estas fuentes te permite maximizar su impacto y diversificar tus oportunidades de crecimiento.

Existen cuatro fuentes principales de tráfico que pueden atraer clientes a tu negocio. El tráfico orgánico proviene de búsquedas naturales en internet, reflejando el interés genuino por tus servicios. El tráfico pagado es generado por campañas publicitarias que atraen atención de forma rápida y estratégica.

Por otro lado, el tráfico offline incluye clientes que llegan gracias a interacciones fuera del mundo digital, como material impreso. Finalmente, el tráfico directo lo generan quienes ya conocen tu negocio y acceden directamente a tus plataformas. Entender y gestionar estas fuentes te permite maximizar su impacto y diversificar tus oportunidades de crecimiento.